26 mar 2012

Los monjes silenciosos

Había una vez un monasterio en el que todos los monjes habían pactado un voto de no comunicación entre ellos, bajo ninguna circunstancia. Además, los monjes sólo se reunían a la hora de la comida, en la que nunca nadie faltaba, y no había en todo el monasterio ni una sola superficie reflejante. Al tener mucho tiempo libre, estos monjes amaban hacer deducciones lógicas y resolver acertijos, aunque no los pudieran compartir con sus compañeros. La vida para estos devotos era muy monótona, hasta que un día llegó un empleado del gobierno y pegó un cartel en el comedor. Decía lo siguiente:

En este monasterio hay al menos un monje que padece la rarísima enfermedad verdiazul. Pese a que muy peligrosa, esta efermedad no es nada contagiosa. Su único síntoma es una frente de color verdiazulado en quien la padece. Se ruega encarecidamente que quien esté seguro de tener la enfermedad "verdiazul" acuda por la noche al hospital más cercano, cuanto antes.

Un saludo,
                     El Ministerio de Sanidad

Todos los monjes lo vieron, pero no pasó nada hasta la décima noche. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué?